Por Juanola
Octubre es el mismo sitio y el mismo planeta.
Los olores tampoco cambian pero alguno se resiste en volver a aparecer. Parece que la esperanza agnóstica se esfuma.
Y de repente ocurre algo, y de la nada, de nuevo, se teje y renace una nueva red que parece estable, resistente y digna.
Nos volvemos a mirar una vez más, como otras veces en la línea del tiempo nos miramos, nos pensamos y sin usar palabras nos decimos; aquí estoy aunque el mundo estalle en mil pedazos.
Yo lucharé por ti. Si la vida duele, revolvámonos.
Leo en un fanzine: lucha como quieras, pero lucha.
De esta forma tan absurda volvió el olor a gasolina.
Y otra vez por arte de magia resurgimos y nos hicimos resistencia de nuevo. Y otra vez volvió la esperanza utópica.
Y sí, de repente fuimos más fuertes y la voz de mi cabeza pareció calmarse de nuevo.
Servir de resistencia reconforta un poquito. Porque la guerra trae paz, aunque a veces parezca lo contrario.