El control militar del territorio y de la población aumenta. El Poder aprovecha cada ocasión para reafirmar su entramado de dominación. Pero en cada emergencia real hay nuevos escenarios y oportunidades que se abren dado que son momentos en que el Estado desaparece momentáneamente y deja un vacío que se suele llenar rápidamente de vida y autorganización. Hace falta conseguir analizar estas dinámicas desde un punto de vista revolucionario para plantearnos prácticas que no sean recuperables por el Sistema.