El control social se extiende. Los datos se acumulan y geolocalizan. La potencia de cálculo aumenta (Big Data), segmentando pequeños grupos, individualizando las predicciones sobre conducta y peligrosidad. En el mundo Smart en que vivimos cada paso genera datos, y además, el almacenamiento de datos genéticos, su infalibilidad, su utilización a nivel internacional y su aplicación en el terreno de la represión, supone una forma más de control y dominación.